La luz del coche no se apaga
Cuando, de repente, las luces del coche no se apagan, muchos conductores se ponen nerviosos. Sin embargo, lo primero es mantener la cabeza fría. A menudo hay una explicación sencilla y el problema puede resolverse rápidamente. Sin embargo, debe reaccionar rápidamente si la luz no se apaga, porque de lo contrario el coche podría no arrancar a la mañana siguiente.
Si la luz de estacionamiento no se apaga
Quizás también haya olvidado alguna vez apagar las luces de su coche. Al día siguiente, el coche puede no arrancar porque la batería se ha descargado durante la noche. Esto también puede ocurrir si las luces del coche no pueden apagarse por algún otro motivo.
El tiempo que tarde la batería en agotarse depende totalmente de las luces que no se apaguen. Las luces de carretera, las antiniebla y las de cruce son las que más electricidad consumen. En este caso, la batería puede quedar vacía después de unas pocas horas.
Si la iluminación interior del coche no se apaga, esto supone una carga mucho menor para la batería que si las luces de posición no pueden apagarse. Aún así: si la batería no estaba completamente cargada y posiblemente haya bajas temperaturas, entonces incluso un dispositivo de bajo consumo, como la iluminación interior o la de la matrícula, puede hacer que el coche no arranque a primera hora de la mañana.
Iluminación permanente en el coche: posibles causas
Si la luz de estacionamiento u otra luz del coche ya no se apaga, esto puede deberse a varias causas. Sin embargo, en casi todos los casos se trata de una pieza defectuosa. Averiguar exactamente de qué componente se trata no suele ser tan fácil, ni siquiera para los expertos. Posibles motivos:
- Control automático de luces
- Un interruptor roto
- Un relé defectuoso
- Cables dañados o tendidos de forma incorrecta
Control automático de luces
En algunos países europeos, como los escandinavos, las luces de cruce también son obligatorias durante el día. Por ello, los coches que se venden allí suelen estar equipados con un control automático de luces que enciende automáticamente las luces de cruce durante la conducción. Así pues, si compra un coche de segunda mano con control automático de luces, estas se encenderán cada vez que conduzca. En este caso no debe preocuparse de que las luces de su coche estén encendidas todo el tiempo.
Interruptor roto
Una de las causas más comunes de que la luces del coche no se apaguen es un interruptor defectuoso. En este caso, al mover el interruptor a la posición "Off", la señal no llega a la luz. Este defecto suele detectarse rápidamente desmontando el interruptor.
Relé defectuoso
Un relé es una unidad de control en el circuito eléctrico que se encarga de cerrar los circuitos y así encender una luz, por ejemplo. Si el relé está estropeado, puede ocurrir que ponga el interruptor de su coche en la posición "Off" y que el interruptor también transmita esta señal, pero que el relé se quede en la posición de "On" y, por tanto, la luz no se puede apagar. Sustituir un relé defectuoso solo cuesta unos pocos euros. Lo mejor es que lo sustituyan en un taller.
Cables dañados o tendidos de forma incorrecta
Los daños en los cables y el subsiguiente cortocircuito, o el incorrecto tendido de los mismos, pueden crear un circuito cerrado en el coche que no está conectado a los relés, interruptores y fusibles del circuito real. La luz puede estar conectada a este circuito "irregular" debido a una avería o a un daño; como el circuito no está conectado al interruptor, no se puede apagar la luz.
Atención: si la luz del coche no se apaga porque hay un fallo en el circuito, entonces la luz puede seguir encendida aunque se haya quitado el fusible, porque el circuito ya está cerrado antes del fusible.
Si se trata de un interruptor o un relé roto, debería, si no va directamente al taller, desconectar primero el fusible correspondiente para que no se descargue la batería. Sin embargo, si hay un fallo en el circuito, la luz puede seguir encendida aunque se retire el fusible. Entonces la única solución es ir directamente al taller o, en un caso grave, desconectar la batería.